Cuando navegamos por Internet, muchas veces leemos el contenido por encima sin prestar demasiada atención a los detalles o la letra pequeña.
Y las empresas se aprovechan de nuestros descuidos, propiciados por el exceso de información que nos brinda la red, para usarlos en su propio beneficio.
Los diseñadores web nos manipulan psicológicamente a través de distintas herramientas para que hagamos clic en una sección determinada o pasemos en su sitio mucho más tiempo del que nos gustaría.
Consiste en hacer creer al internauta que navega por una página que lleva una determinada acción, pero que en realidad hace algo que no desearía.
«El ejemplo más famoso fue el truco de Microsoft para que sus usuarios actualizaran sus sistemas a Windows 10», dice Brignull.
Spam amigo
Ocurre cuando nos piden nuestro email o nuestras credenciales de Twitter, Facebook y otras redes sociales que después usan para enviar spam a tus amigos de tu parte.
«El ejemplo más famoso de este patrón oscuro fue usado por LinkedIn y resultó en una multa de US$13 millones como parte de una demanda colectiva en 2015», dice Brignull.
Avisos publicitarios encubiertos
La red está repleta de anuncios encubiertos que muchas veces se disfrazan de botones de descarga que tratan de burlar a los internautas para que hagan clics en ellos.
Brignull pone como ejemplo Softpedia, una popular web de descargas de software, que suele incluir varios enlaces de descarga que, en realidad, son publicidad encubierta.
Continuidad forzada
Se aplica cuando nos ofrecen probar un servicio gratuitamente y para ello nos piden datos de la tarjeta de crédito, para cuando el período sin costo finalice.
El problema es que muchas veces nos olvidamos de cancelarlo -o no sabemos cuándo hacerlo o no nos facilitan la forma de hacerlo- y acabamos gastando dinero en algo que no queríamos.
«La gente se da cuenta cuando les llega el recibo bancario», explica Brignull.
Distracción
«El diseño hace a propósito que centres tu atención en una cosa para distraerte respecto a otra. La mayoría de los patrones oscuros usan este truco de alguna manera», cuenta Brignull.
Y pone como ejemplo a la aerolínea australiana de bajo costo Jetstar. «Funciona como uno podría esperar. Haces una búsqueda y eliges los vuelos que quieres. Después puedes elegir el asiento por un coste adicional de US$5, si lo deseas».
«Pero lo que es engañoso es que ellos ya preseleccionan un asiento por ti con el que suman ese extra y te hacen creer que estás evitando esa opción, cuando no es así».
«Estos patrones oscuros pueden verse en páginas web de grandes compañías, principalmente de tiendas online».
Y cada vez hay más.
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