Larry Page y Sergey Brin se conocieron cuando el primero fue a visitar la Universidad de Stanford -donde evaluaba realizar un posgrado- y el primero ofició de guía y anfitrión. Este primer encuentro, dicen, no fue fructífero en la absoluto y, casi con certeza, ninguno de los dos habría soñado que un año más tarde, juntos, empezarían a darle forma a una de las empresas más exitosas del siglo XXI: Google.
En 1996 ambos empezaron a trabajar en un buscador de Internet al que querían bautizar Backrub. Poco convencidos del nombre, decidieron cambiarlo a Google y lanzarlo dentro de la web de Stanford.
El proyecto era tan ambicioso que consumía la mitad de los recursos de banda ancha de la casa de estudios californiana.
En septiembre de 1997, llegaría el momento de empezar a pensar en la independencia, con el registro del dominio google.com. Aunque los fundadores todavía consideraban que su buscador era experimental, los ojos del mundo se empezaron a posar sobre estos dos jóvenes programadores, que, casi sin recursos económicos, ya estaban compitiendo con los gigantes de la época como Yahoo!, Altavista y MSN. Y junto con la atención empezaron a llegar los dólares.
El primer inversor fue Andy Bechtolsheim, cofundador de Sun, que el 4 agosto de 1998 les extendió a Page y Brin un cheque por u$s 100.000. Ese fue el nacimiento oficial de Google Inc.
A finales de 1998 el buscador de Google contenía 60 millones de páginas y empezaba a imponerse sobre los grandes del momento. Y con el crecimiento de la compañía, rápidamente, el garaje quedó pequeño, lo que obligó a buscar una nueva sede. En 1999 llegó el momento de la mudanza y el lugar elegido fue Mountain View, donde todavía funciona la casa matriz del buscador.
Google forma parte del conglomerado de empresas Alphabet, dirigido por el mismo Larry Page. La compañía tiene más de 60.000 empleados y tiene oficinas en 50 países.
Computadoras de escritorio antiguas, una mesa de ping pong y una alfombra de color azul intenso le dieron personalidad al espacio en el que se desarrollaron aquellos extensos días iniciales. Se iniciaba así la tradición de tener objetos coloridos en todas las oficinas.
Fuente: InfoTechnology