Los discos duros son el nuevo oro. Eso es lo que parecen demostrar las notables subidas de precio de unidades convencionales y también de SSDs en Asia, donde los precios se han disparado en los últimos días.

¿A qué se deben esas subidas? A la aparición y creciente popularidad de Chia, una criptodivisa que se puede minar pero no con GPUs, sino con discos duros: cuanto más espacio dediques a almacenar sus transacciones, más ganarás con ese singular proceso de minado.

Detrás de la creación de Chia está Bram Cohen, que antes se encargó de revolucionar la filosofía P2P con la creación del protocolo BitTorrent.

Este desarrollo presume de ser mucho más eficiente y respetuoso con el medio ambiente. El mecanismo de consenso para añadir transacciones a su cadena de bloques se basa en el espacio de almacenamiento de los discos duros (cuanto más tengamos, más minaremos), y no en complejos cálculos que requieren muchísima energía.

Eso es lo que sucede con bitcoin u otras criptodivisas que se pueden minar con máquinas especializadas o con GPUs. Chia ya atrajo el interés de grandes grupos inversores como Andreessen Horowitz en 2018, aunque es ahora cuando realmente comienza a hacerse popular.

Se espera que Chia comience a entrar en el mercado de compraventa de criptodivisas el próximo 3 de mayo, y eso ha provocado que surjan especuladores que estén comprando montones de discos duros para anticiparse a la demanda y después tratar de sacar un jugoso beneficio.